La primera huella digital a observar está presente en nuestras cuentas de correo electrónico, con todos los mensajes que a veces eliminamos del borrador pero siguen estando en conserva por las empresas.
La segunda la encontraríamos en nuestros propios móviles, ya que actualmente los móviles tiene mayor potencia que un ordenador de hace años y podemos almacenar cantidad de información en ellos, vulnerable para ser robada y difundida por todo el mundo.
La tercera estaría, obviamente, en las redes sociales, multitud de fotos, videos, opiniones son subidas a estas redes donde la gente no es consciente de la facilidad de robar esa información.
La cuarta presente en nuestros ordenadores, las personas se creen que con solo vaciar la papelera de reciclaje el archivo ya está borrado de la computadora, no obstante éste sigue almacenado en la memoria del disco duro, fácil de recuperar.
La quinta se encuentra en la red, el anonimato no existe en ella, por mucho que nos preocupemos por mantener nuestra identidad tapada, Google es una empresa que analizando tus busquedas conoce tus gustos, tu localización, etc. De manera que como decía Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña, autor de Desnudando a Google, "Esta empresa ofrece servicios buenísimos, pero no son gratis, como creemos ingenuamente. Pagamos con nuestra privacidad"
La sexta sería por ejemplo, nuestras cámaras de fotos, de videos... Donde la tarjeta gráfica alberga una cantidad sumamente importante de información que aunque tratando de destruir la tarjeta gráfica se podrían obtener igualmente todas las fotos y videos que hemos hecho con ella.
En cuanto a la séptima destacamos el uso de Ipads o tablets. Prácticamente es dar vueltas en la misma zona porque todos estos dispositivos contienes un lugar donde la información es almacenada y simple de ser quitada y divulgada.
La octava está presente en como hemos dicho anteriormente el móvil, pero esta vez centrándonos en el smartphone, tanto la descarga de aplicaciones, entre ellas el whatsapp con el que nos comunicamos diariamente con nuestros amigos, todas estas conversaciones quedan registradas.
La novena la encontraríamos en el uso de CDs o DVDs
Y finalmente la décima la citaríamos en las videoconsolas que actualmente pueden estar conectadas a internet. En ellas la gente gana ciertos premios en los videojuegos y debe dejar un registro de su marca para seguir la partida, así, los usuarios siempre están vigilados.
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